miércoles, 4 de junio de 2008

Daños del suelo de Chaitén

Suelo de Chaitén sufre graves daños tras caer varios centímetros de cenizas de la erupción, tardará años en recuperarse. La agricultura y la ganadería de la zona se ven muy afectadas.


Desde principios de mayo la inusitada fuerza del volcán de 1.000 metros de altura, ubicado en Chaitén, que no registraba historia reciente de erupción, se ha manifestado mediante la emisión de cenizas tóxicas que han provocado daños a la agricultura y la ganadería. El suelo tardará años en recuperarse. Cuando el espesor acumulado (en el suelo de las cenizas) es demasiado grande, probablemente las tierras agrícolas tarden bastante tiempo en retomar sus características iniciales.
Un científico estadounidense anticipó un sombrío panorama para las actividades agrícolas en la zona debido a la contaminación del aire y del agua causada por las cenizas del volcán. Debido a que la precipitación es relativamente escasa en la región de la Patagonia al este del volcán, pasará un largo tiempo antes de que las cenizas sean barridas del terreno de forma natural.

Los mayores daños serán a corto plazo, en que los suelos se contaminarán con los componentes de las cenizas, a medida que éstas se depositan. Entre los elementos contaminantes puede observarse el óxido de silicio, el dióxido de azufre, el que produce contaminación primaria, traducida en la acidificación de los suelos, compuesto acompañado de ácido sulfhídrico y ácido sulfúrico que se incorpora a los suelos.

El daño inmediato a las tierras cultivables también ha sido enorme. Una capa de más de 20 centímetros de cenizas volcánicas ha convertido al suelo de Chaitén, Futaleufú y Palena en una masa gris con una consistencia similar al cemento, arruinando a la vegetación por completo.

Después de un determinado tiempo, uno a dos años, los suelos se recuperarán, regulando la acidez, lo que permitiría una nueva "colonización" por parte de las plantas, originándose así praderas naturales. En ese período de tiempo se podrá volver a cultivar nuevamente estas tierras, ya que al arar los suelos se produce el movimiento de los componentes texturales: arena, arcilla, etc. La recuperación de suelos puede ser factible en menor tiempo, incorporando materia orgánica ya sea vegetal o animal, o mezcla de ambos.


Sin embargo, son escasas las posibilidades de que el cono de cenizas pueda influir en el clima de la Tierra, como ocurrió con las erupciones del volcán Monte Pinatubo, en Filipinas (1991) y con el Tambora, en Indonesia (1815). Para influir de manera significativa en el clima, un volcán tiene que propagar mucho dióxido sulfúrico en la estratosfera durante un periodo prolongado. Nuestros datos muestran que en la última erupción del Chaitén ésta ha tenido un alto contenido de óxido de silicio y ha sido baja en azufre.



Fuente:
- www.emol.com

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